Siempre me ha parecido
curiosa esa gente que nos critica. El "nos" incluye a todos y todas
esos y esas que nos alegramos cuando gana España. Todos los que nos cabreamos
si perdemos, los que nos mordemos las uñas en esas tandas de penaltis no aptas
para corazones de cristal, los que nos morimos de ganas de que llegue el
partido para tomarnos unas cervezas con nuestros amigos y dejarnos la voz,
todos los que dejamos escapar alguna lagrimilla cuando Iniesta (kalise para
todos!) se disfrazó de héroe en ese eterno minuto 116.
Nos dicen que hay cosas más importantes
por las que preocuparse. Y yo pienso, ¿qué sentido tiene? En una vida que da
más de cal que de arena (he supuesto después de varias horas de meditación que
la cal es lo malo y la arena lo bueno), ¿debemos dejar pasar las oportunidades
que tenemos para ser felices solo porque hay miles de razones para no serlo?
Mi respuesta es no. La mía y la de todos
los que llevamos tiempo esperando un día como hoy. Un día en el que nos ponemos
la camiseta roja con orgullo. Un día en el que poder olvidarnos un rato de
todos esos hombres de traje que nos dan la vara los otros 364 días del año. Un
día en el que la prima de riesgo no salga en las noticias. Una aguja amable en
un pajar incómodo. Un día en el que hasta el cielo y los descendientes de
Franco sean rojos. En el que hasta Juan Magán cante eso de "Yo soy
español" sin su acento latino. Un día en el que saque Casillas para Ramos
(por cierto hemos de reconocer el ZAS que nos hizo el otro día con su
penaltiazo), se la de a Xavi, que se la pase a Silva. Éste la centre para
Torres, y... falle. Y al rechace llega Iniesta y.. saltemos todos.
Así que eso, a los que nos criticáis, lo
siento. Vamos a seguir igual. No vamos a dar la espalda a algo que nos
transmite ilusión en cantidades incalculables. Esto no va de levantar una copa,
esto de va de sentirse identificado con los valores que transmiten 11 tíos en
pantalón corto. El balón es secundario. Lo importante es que muchos llevábamos
esperando el día en el que alguien nos explicase como con esfuerzo, si es de
verdad, las recompensas no se hacen esperar. Y ese día ha llegado.
Mario Vargas Llosa: "El nacionalismo
es la incultura de los pueblos"