Los que hayáis leído unas cuantas entradas
de este blog sabréis ya, seguramente, que soy de los que piensan que estar
triste no merece la pena. Vivir no consiste en encontrar la forma de seguir
vivo, sino en encontrar la manera de seguir siendo feliz. Y una de las mejores
maneras que ha inventado el ser humano en su eterna búsqueda de la felicidad es
hacer el tonto. Si, hacer el tonto, reírse de todo, hasta de uno mismo. Como sé
que habrá escépticos, porque escépticos hay en todas partes, me he propuesto
demostrar que hacer el tonto puede llegar a ser la mejor medicina para
despertar sonrisas dormidas. Os voy a enseñar un video que grabamos la semana
pasada unos amigos de la uni y yo para una asignatura que se llama Audiovisual
Communication (en inglés porque mi carrera es en inglés, vivo al límite). La cosa
es que nos pidieron un video barra sketch en el que, de una manera entretenida,
explicásemos un tema científico al azar a niños de primaria.
No tardamos más de 2 minutos en decidir el
tema: El Big Bang. Y las ideas empezaron a correr una tras otra.. la primera
fue.. bueno, mejor veis el video. Eso si, tenéis que verlo atentos barra
atentas porque cuando acabéis os voy a hacer una pregunta sencilla y para toda
la familia. Como no quiero convertirme en Spoilerman, no os adelanto más, y
solo quiero hacer público nuestro profundo agradecimiento a la Blasa, a José
Bono, y a Mariano Rajoy, por su participación. Atentamente, el equipo de
"#Boom": Teresa, Marcos, Joselu, Sara y yo. Lo de Boom lo entenderéis
cuando veáis el video, es un título objetivo. Y eso, sin más dilación ni
dilatación, os dejo ya con el video, y eeh!, atentos, tenéis examen al final de
la entrada!
Así que ya sabéis, si habéis asimilado la
teoría, no la del Big Bang, la de hacer el tonto, aplicarla siempre que podáis.
Reíros de vosotros mismos, dejad que codos, hombros y rodillas vayan a su aire
cuando bailéis por ahí... bueno mi consejo es que las rodillas las dejéis fijas
mejor. En serio, llenad el vaso si está medio vacío, reíros hasta de vuestras
propias lágrimas, gritad boom cuando alguien os eche la bronca, tirad la
vergüenza. Sonreíd. Vivid. Que ni el gobierno pueda recortar vuestras ganas de
reír. Boom.