sábado, 19 de diciembre de 2015

La llave

Hoy es 19D, la llamada "jornada de reflexión" previa a unas Elecciones Generales que, al menos por la expectación previa generada, pueden considerarse las más importantes de la historia de este país y su aún joven democracia. 

Por ello, hoy no es día para publicar fotos de los partidos a los que vamos a votar, ni repetir sus lemas más pegadizos. Hoy es un día óptimo para, como su nombre bien indica, reflexionar. Pensar. Esa es la razón por la que quiero compartir esto hoy con vosotros, mi intención es animaros a pensar despacio, a mirar al pasado y a sus errores y aciertos, y a intentar ser conscientes del país que queremos y que se refleja en el voto que meteremos mañana en la urna. Estas son mis humildes y probablemente erróneas reflexiones. 

Lo primero que se me viene a la cabeza es que es fundamental ir a votar. Más que nunca. Ayer un compañero al que admiro me decía que demasiado nos costó conseguir el derecho a votar como para no hacerlo. Además, por primera vez, tenemos alternativas reales al bipartidismo que ha gobernado durante los últimos 30 años. Coincidiréis conmigo en que produce ilusión ver que al menos ahora hay otras opciones reales y bien estructuradas que nos permiten pensar en el fin de esa alternancia de poder en el que los cargos públicos han sido caldo de cultivo para la corrupción. Creo que tenemos una democracia joven que se ha hecho vieja debido a lo mucho que seduce el interés personal en un mundo que debería pensar única y exclusivamente en el bien común. El voto es nuestra arma para cambiar ese sistema y regenerarlo. 

Otra de las cosas que me lleva a reflexionar (me siento muy Platón diciendo eso) es ver que el PP, el partido que ha gobernado España durante los últimos 4 años y probablemente el partido político con más casos de corrupción de Europa sigue primero en intención de voto en las encuestas. En mi opinión esto se debe a varias razones. La primera es que las consecuencias de la Guerra Civil que tuvo lugar en este país hace menos de un siglo (cuando mi abuelo me cuenta historias sobre ella me doy cuenta de que fue hace muy poco tiempo...) siguen muy presentes. Todo el mundo está de acuerdo en que supimos superar una dictadura apoyándonos en una transición política que nos llevó a la democracia y al famoso Estado del Bienestar. Muy bien, pero no hay que olvidar que esa guerra y su dictadura dividieron a España en dos, y supusieron un freno enorme en todos los sentidos. ¿Cuántos de vuestros abuelos tienen o tuvieron estudios?

Nuestra pirámide de población actual da miedo. Hace 50 años las familias tenían 3 y 4 hijos de media, una media que ahora es inferior a 2. Esto quiere decir que cada vez hay más abuelos y menos jóvenes, para que nos entendamos. Y por favor que esto que voy a decir a continuación no se malinterprete. Pienso que esos abuelos que sufrieron una guerra y una dictadura, que fueron privados de una educación en condiciones, esos abuelos fácilmente 'manipulables' (por supuesto estoy generalizando muchísimo), deciden ahora con su voto un futuro en el que sus nietos están en riesgo de perder todos los derechos sociales por los que muchos de ellos lucharon. Lo que quiero decir es que creo que un porcentaje alto de esos votantes del PP son, además de grandes empresarios que viven encantados con sus políticas, abuelos humildes que siempre han votado lo mismo y a los que se les ha inculcado un miedo feroz al cambio. Repito, estoy generalizando. Y nuestros abuelos no son tontos, los poderosos siempre han sido muy listos. 

Pero eso ya es tarde para cambiarlo. Nosotros, los jóvenes, tenemos la obligación de demostrar que tenemos pensamiento crítico, que somos capaces de PENSAR. Y en mi opinión, eso solo se puede demostrar con nuestro voto. Y no digo que votar una cosa signifique pensar y que votar otra signifique no pensar. Lo que yo creo es que nosotros tenemos que decidir nuestro voto, y no nadie más, véase los medios, los políticos, o el miedo. Creo que deberíamos ser capaces de entender que no tenemos que ser de partidos, sino de ideas, que apoyar a un partido político no significa que debas estar de acuerdo con todo lo que dice, y que no es una locura que te parezca bien algo que propone otro partido. 

Creo que este país está acostumbrado al blanco y negro, y que no nos viene mal una escala de grises en la que nos podamos sentir más identificados. Pienso que es nuestra obligación leer los programas, hablar con nuestros amigos de política, repito: PENSAR. Me parece un poco absurdo decidir el voto en campaña electoral, que es el periodo en el que todo es color de rosas, todos van a arreglar los problemas en cuanto lleguen al gobierno, y todos tienen recetas mágicas. No podemos decidir nuestro voto por un debate, ni por una encuesta que decide el ganador del mismo. No podemos decidir el voto por un anuncio de televisión ni por una entrevista. No votamos personas, votamos ideas y modelos de país. 

Lo que sí debemos hacer los jóvenes es mirar al pasado para entender lo que han hecho los que ya han estado en el poder. Debemos mirar lo que han hecho en educación (el pilar básico de cualquier sociedad avanzada), que ha sido crear leyes y derogar las de los oponentes sin tener en cuenta a los niños; debemos mirar lo que se ha hecho con los impuestos, a quién se les ha subido y a quién se les ha bajado. No seamos sumisos, quejémonos pensando, leyendo, reaccionando con ideas. 

Desde 1978 se han conseguido muchos logros sociales, eso es cierto, pero lamentablemente llevamos décadas en las que ya no gobiernan los políticos, ahora gobierna el dinero. Y en un sistema como el nuestro, el capitalismo, que no funciona si no hay pobres, nosotros tenemos la llave para cambiar. Y es que el dinero corrompe a unos y a otros, eso ha quedado demostrado, pero en las manos de los gobernantes está la capacidad de crear mecanismos legales para evitar dicha corrupción. Quizá quien forma parte de ese sistema desde hace mucho tiempo está irremediablemente menos capacitado para cambiarlo, pienso yo. 

Eso sí, también debemos tener claro que el cambio no significa necesariamente un paso adelante. No tendría mucho sentido afirmar que seguro que nos va a ir mejor, porque no lo sabemos. Votar cambio no nos asegura ir a mejor, pero votar no al cambio nos asegura seguir igual. Yo no quiero seguir igual, porque estoy convencido de que hacer las cosas mejor es solo cuestión de voluntad. 

Y ya paro, que reflexionar en exceso puede ser contraproducente. Solo quería recordaros que tenemos la llave. Llevamos años quejándonos de la política en España, diciendo que los políticos deberían ser gente normal que luchase por la gente y no por su interés. Llevamos mucho tiempo desanimados pensando que no había muchas salidas (en el caso de los jóvenes las únicas empezaban a ser las fronteras...). Ha llegado la hora de demostrar que merecemos algo mejor, pero que lo merecemos de verdad porque no estamos dispuestos a ser manipulados por lo que dice cada cadena de televisión. Ha llegado la hora de demostrar que somos capaces de pensar, de razonar, de olvidarnos del "y tú más". En una democracia, los políticos son el reflejo de la sociedad que les vota, así que mañana decidimos cuál queremos que sea nuestro reflejo. Y ¿sabéis qué? 

Últimamente he oído muchas veces que las cosas son así porque estaban mal y no se podían hacer mejor, he oído que la deuda obligaba a recortar. Lo que no he oído decir a nadie es que esa deuda no es nuestra, y por lo tanto otros la tienen que pagar. Sí, he oído tantas veces que es imposible cambiar que me han convencido de que sí, de que sin lugar a dudas... sí se puede. 

Suerte.