Así que eso, hoy la entrada va para esas 12 personas que han
compartido conmigo sus ganas de fiesta, sus miedos, sus formas de ser feliz...
y sobre todo sus cuerdas vocales para cantar alto canciones absurdas y
pegadizas, pero que unen muchísimo. Os diré solo que una de las letras decía
literalmente "soy un niño, niño de verdad, aunque la tengo de madera
maciza, floto en el agua del mar" Obviamente el mensaje tenía que ver con
Pinocho. (#poesíamoderna).
Y todo este puñado de letras mezcladas va solo para ellos porque
estos 7 días han tenido de todo: excursiones a supermercados, vistas
alucinantes, mar para desayunar, bancos con función de sofá, cocinas saturadas,
altavoces extresados, guitarras a media tarde, cenas a la hora de desayunar,
torreznos, chocolate negro, frases célebres ("os habéis dado cuenta de que
somos la polla no?"), un tendedero al que le temblaron las piernas solo
con vernos, sudaderas castigadas en la maleta, calamares al horno (lo sé, es
una locura), chocolate blanco, "ElHéctor Latino", bailes improvisados
en el salón, azoteas, ensalada en todas las comidas (nunca sobra), calzones
voladores, camisetas desaparecidas, tortillas francesas muy hechas, sandía en
estado líquido, pollos asados que consiguieron integrarse, columpios con
efectos secundarios, chocolate blanco, pubs petados, fotos de comida, duchas
frías, rosas, pulseras "entrelazadas", hamburguesas sanas, bobponjas
falsos en toallas, chocolate blanco, sombras de serpientes hablando parsel (Hagen das), abrazos que ahogaron lágrimas, colacaos
sin grumos, olas envolviendo a niños grandes, mensajes en servilletas,
after-sun con olor a crista-sol, colchones inflables amenazados por uñas
fugitivas, gafas de sol del color de la piel quemada, vasos fluorescentes, sol,
mucho sol, el consum, el autobus de las 11 y 25, el Rey y Sofía, Mario Casas y
el concurso de Antena 3, más chocolate blanco (a escondidas), sorpresas de
última hora en una discoteca (lo siento Moi, estamos contigo), agua del grifo,
retratos pintados en un globo, cereales caducados, canciones de despedida que
nunca se despidieron, volley, medusas (no eran medusas, eran tetas de
silicona), señoras que amenazan con mandarte a Girona barra Chirona, fútbol,
placajes, mensajes de voz, masajes, arena hasta en las pestañas, Soldadito Marinero,
Sweet Home Alabama, aplausos americanos, chocolate blanco, trueques de empanadillas por bacalao,
gallos naciendo entre voces afónicas de tanto reír, y mil cosas más.
Y ahora en casa todo se hace raro sin ellos. Me da miedo que
pase el tiempo la verdad, pero espero que el reloj corra hacia el instante en el
que volveremos a fabricar momentos tan increíbles como los que hemos vivido
estos 7 días. Sois la polla, y lo único que puedo hacer es daros las gracias
por serlo, por lo bien que nos lo pasamos juntos, por las pocas ganas de
hacerme mayor que tengo cuando estoy con vosotros, y por conseguir que la
semana consiguiese su objetivo de definirse con un solo adjetivo: perfecta.
Gracias.
Buuuf qué entrada! Es genial. Impresionante.
ResponderEliminarEs perfecta, como la semana con vosotros.
Lo has clavado todo.
La gente puede no entenderlo, y pensar que estamos locos, pero yo sinceramente creo que "somos la polla"! :)
Buuuf has conseguido que llore tonto!! :) :)
GRACIAS, MIL GRACIAS, sois lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.
PD: viva el chocolate blanco!!